Lucas 22:14-20 nos dice:
“Ellos se fueron y encontraron todo tal como les había dicho Jesús. Así que prepararon la Pascua. Cuando llegó la hora, Jesús y sus apóstoles se sentaron a la mesa. Entonces les dijo:
—He tenido muchísimos deseos de comer esta Pascua con ustedes antes de padecer, pues les digo que no volveré a comerla hasta que tenga su pleno cumplimiento en el reino de Dios.
Luego tomó la copa, dio gracias y dijo:
—Tomen esto y repártanlo entre ustedes. Les digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios.
También tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo:
—Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí.
De la misma manera tomó la copa después de la cena, y dijo:
—Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes”.
1. Celebración
Vemos que los discípulos de Jesús prepararon la pascua para recordar lo que hizo Jesús en la cruz, su sacrificio y amor por nosotros. Pero también es un recordatorio que Él volverá (segunda venida) y se instalara en pleno el reino de Dios.
2. Elementos que se utilizan
El pan y el vino son símbolos o una representación. El pan es símbolo el cuerpo de Jesús maltratado. El vino es símbolo de la sangre derramada por Jesús. Estos, el cuerpo y la sangre para darnos salvación y reconciliación con el padre.
En la actualidad las iglesias varían la forma de los elementos, algunos usan pan, otras galletas, otras sirven vino y otros jugos de uva (para los abstemios, que se han recuperado de su adicción).
Observación: Algunas comunidades afirman que el pan y el vino no son representaciones de la sangre y cuerpo de Cristo sino que la sustancia misma de Cristo está en ella. Lo toman de forma literal. A esto se le llama transustanciación. Idea común en la iglesia católica romana. Es importante aclarar que la presencia real de Jesús no está en el pan y el vino, es una representación o símbolo que nos recuerda su sacrificio. Tampoco significa que cada vez que tomamos la cena literalmente Jesús es sacrificado de nuevo.
3. Mandato
En la biblia encontramos dos ordenanzas que Jesús instauró; una es el bautismo y la otra es la santa cena. Este mandato lo encontramos en Lucas 22:14-20. “hagan esto en memoria de mí”.
4. La iglesia primitiva tomó la cena
En 1 de corintios 11:23-26 podemos leer la enseñanza del apóstol Pablo:
“Yo recibí del Señor lo mismo que les transmití a ustedes: Que el Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan, y, después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este pan es mi cuerpo, que por ustedes entrego; hagan esto en memoria de mí». De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que beban de ella, en memoria de mí». Porque cada vez que comen este pan y beben de esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que él venga”.
Al participar de la cena del Señor expresamos nuestra unión con Cristo y con la iglesia o los hermanos en la fe. Recordamos que somos un cuerpo, cuya cabeza es Cristo.
5. ¿Cómo debemos participar de la cena del Señor?
Para tomar una cena con alegría. Es importante que antes de tomar la cena nos pongamos a cuentas con Dios ósea nos examinarnos y miremos si en nosotros hay pecado. Si lo hay, arrepintámonos. ¡Que nada impida celebrar la Cena del señor!
1 de corintios 11:27-29 nos dice:
“Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera indigna será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor. Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa. Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo come y bebe su propia condena.
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