miércoles, 11 de febrero de 2015

ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA HISTORIA DEL CRISTIANISMO (CONSTANTINO Y MARTÍN LUTERO)

Soy Cristiano.... bueno, ...y ...¿qué significa ser cristiano?
Pedir perdón por mis pecados y abrir las puertas de mi corazón para que Cristo sea rey y señor de mi vida.
Ser Cristiano como dice alguien de mi congregación, es tener asegurado el tiquete al cielo una vez mueras.
Ser cristiano es empezar a vivir la vida eterna aquí en la tierra y tener una relación con Cristo nuestro salvador.

Ser Cristiano es dejar la antigua forma de vivir, pensar y sentir para iniciar una nueva vida.
Ser cristiano es ser discípulo (seguidor) de Jesucristo y sus enseñanzas en cuerpo, alma y espíritu.
Ser cristiano implica que Jesús es el centro de todo y la razón de todo.
Ser cristiano es ya no vivo yo más cristo vive en mi. 


Ser cristiano es tener al mejor amigo, Jesús
Inicio

¿QUÉ SE ENTIENDE POR CRISTIANISMO? Y DE DONDE SE ACUÑO ESTE TERMINO.

El cristianismo es una religión monoteísta de origen Judío que se basa en el reconocimiento de Jesús de Nazaret como su fundador y figura central. Creen que Jesús es el hijo de Dios y el Mesías (o Cristo) profetizado en el Antiguo Testamento, muriendo por los pecados del género humano, resucitado luego de ello.

Dentro de sus escritos sagrados, comparte con el judaísmo el Tanaj, llamado Antiguo Testamento por los cristianos. Por este motivo es considerada una religión Abrahánica junto al Judaísmo y al Islam.

Sus inicios datan del año 33 aproximadamente, cuando era considerada una secta judía al igual que otras creencias de la época. Desde que el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano  en el siglo IV, ha influido de manera significativa en la cultura occidental y en muchas otras culturas a través del mundo. El Centro de Investigación “para el Estudio del Cristianismo Global”, de EE.UU., afirma que en 2000 los creyentes carismáticos/pentecostales eran ya casi 582 millones; para el 2025 se prevé que llegarán a 800 millones (1). En Colombia hay cerca de 5.035 denominaciones religiosas de las cuales el 80% son iglesias evangélicas a enero 2014. (2)

La palabra "cristianismo" proviene del griego χριστιανους, christianóus, ‘cristiano’, la cual a su vez proviene del nombre propio Χριστός, Christós, traducción del hebreo "Mesias" que significa "Ungido". El origen del término se indica en el libro de hechos de los apóstoles:(3)

«Después de esto, Bernabé fue a Tarso a buscar a Saulo, y cuando lo encontró, lo llevó a Antioquia. Allí estuvieron con la iglesia un año entero, enseñando a mucha gente. Fue en Antioquía donde por primera vez se les dio a los discípulos el nombre de cristianos» Hechos 11:25-26.



Y... ¿COMO SE CONVIRTIÓ CONSTANTINO AL CRISTIANISMO ?



Nacido con el nombre de Flavio Valerio Constantino, en Naissus (hoy, Niš, en la actual Serbia), hijo del prefecto del Pretorio (jefe militar de la Guardia Pretoriana) Constancio Cloro (más tarde emperador Constancio I) y de Elena (que llegó a ser canonizada como santa Elena).

Constantino fue el primer emperador romano que se convirtió al cristianismo. Durante su reinado se concedió la libertad de culto a los cristianos, antes perseguidos. Entregó grandes propiedades y otros obsequios a la Iglesia cristiana. Estableció la capital, Constantinopla (en la actualidad Estambul) en las provincias orientales. Ésta pasó a ser más tarde la capital del Imperio bizantino.

CONVERSIÓN DE CONSTANTINO

Se dice que antes de la batalla del puente Milvio Constantino tuvo una visión, tras la cual, Constantino instituyó un nuevo estandarte para marchar a la batalla al que llamaría Lábaro. La visión de Constantino se produjo en dos partes: En primer lugar, mientras marchaba con sus soldados vio la forma de una cruz frente al Sol. Tras esto, tuvo un sueño en el que se le ordenaba poner un nuevo símbolo en su estandarte (Lábaro).

¿ CUAL ES LA IMPORTANCIA DE MARTÍN LUTERO EN EL CRISTIANISMO?
Teólogo alemán cuya ruptura con la Iglesia católica puso en marcha la Reforma protestante (Eisleben, Turingia, 1483-1546). Contrariando la voluntad de sus padres, Martín Lutero se hizo monje agustino en 1505 y comenzó a estudiar Teología en la Universidad de Wittenberg, en donde se doctoró en 1512.

Siendo ya profesor comenzó a criticar la situación en la que se encontraba la Iglesia católica: Lutero protestaba por la frivolidad en la que vivía gran parte del clero (especialmente las altas jerarquías, como había podido contemplar durante una visita a Roma en 1510) y también el que las bulas eclesiásticas -documentos que teóricamente concedían indulgencias a los creyentes por los pecados cometidos- fueran objeto de un tráfico puramente mercantil.

Las críticas de Lutero reflejaban un clima bastante extendido de descontento por la degradación de la Iglesia, expresado desde la Baja Edad Media por otros reformadores que se pueden considerar predecesores del luteranismo, como el inglés John Wyclif (siglo XIV) o el bohemio Jan Hus (siglo XV). Las protestas de Lutero fueron subiendo de tono hasta que, a raíz de una campaña de venta de bulas eclesiásticas para reparar la basílica de San Pedro, decidió hacer pública su protesta redactando 95 tesis que clavó a la puerta del castillo de Wittenberg (1517).

La Iglesia hizo comparecer varias veces a Lutero para que se retractase de aquellas ideas (en 1518 y 1519); pero en cada controversia Lutero fue más allá y rechazó la autoridad del papa, de los concilios y de los «Padres de la Iglesia», remitiéndose en su lugar a la Biblia y al uso de la razón.

En 1520, Lutero completó el ciclo de su ruptura con la Iglesia, al  desarrollar sus ideas en tres grandes «escritos reformistas»: Llamamiento a la nobleza cristiana de la nación alemana, La cautividad babilónica de la Iglesia y Sobre la libertad cristiana. Finalmente, el papa León X le condenó y excomulgó como hereje en una bula que Lutero quemó públicamente (1520); y el nuevo emperador, Carlos V, le declaró proscrito tras escuchar sus razones en la Dieta de Worms (1521). Lutero permaneció un año escondido bajo la protección del elector Federico de Sajonia; pero sus ideas habían hallado eco entre el pueblo alemán y también entre algunos príncipes deseosos de afirmar su independencia frente al papa y frente al emperador, por lo que Lutero no tardó en recibir apoyos que le convirtieron en dirigente de un movimiento religioso conocido como la Reforma.

Desligado de la obediencia romana, Lutero emprendió la reforma de los sectores eclesiásticos que le siguieron y que conformaron la primera Iglesia protestante, a la cual dotó de una base teológica. El luteranismo se basa en la doctrina (inspirada en escritos de san Pablo y de san Agustín) de que el hombre puede salvarse sólo por su fe y por la gracia de Dios, sin que las buenas obras sean necesarias ni mucho menos suficientes para alcanzar la salvación del alma; en consecuencia, expedientes como las bulas que vendía la Iglesia católica no sólo eran inmorales, sino también inútiles.

Lutero defendió la doctrina del «sacerdocio universal», que implicaba una relación personal directa del individuo con Dios en la cual desaparecía el papel mediador de la Iglesia, privando a ésta de su justificación tradicional; la interpretación de las Sagradas Escrituras no tenía por qué ser un monopolio exclusivo del clero, sino que cualquier creyente podía leer y examinar libremente la Biblia, para lo cual ésta debía ser traducida a idiomas que todos los creyentes pudieran entender (él mismo la tradujo al alemán, creando un monumento literario de gran repercusión sobre la lengua escrita en Alemania en los siglos posteriores).

También negó otras ideas asumidas por la Iglesia a lo largo de la Edad Media, como la existencia del Purgatorio o la necesidad de que los clérigos permanecieran célibes; para dar ejemplo, él mismo contrajo matrimonio con una antigua monja convertida al luteranismo. De los sacramentos católicos Lutero sólo consideró válidos los dos que halló reflejados en los Evangelios, es decir, el bautismo y la eucaristía, rechazando los demás.

Al rechazar la autoridad centralizadora de Roma, Lutero proclamó la independencia de las Iglesias nacionales, cuya cabeza debía ser el príncipe legítimo de cada Estado; la posibilidad de hacerse con el dominio sobre las Iglesias locales (tanto en su vertiente patrimonial como en la de aparato propagandístico para el control de las conciencias) atrajo a muchos príncipes alemanes y facilitó la extensión de la Reforma. Tanto más cuanto que Lutero insistió en la obediencia al poder civil, contribuyendo a reforzar el absolutismo monárquico y desautorizando movimientos populares inspirados en su doctrina, como el que desencadenó la «guerra de los campesinos» (1524-25).

La extensión del luteranismo dio lugar a las «guerras de religión» que enfrentaron a católicos y protestantes en Europa a lo largo de los siglos XVI y XVII, si bien las diferencias religiosas fueron poco más que el pretexto para canalizar luchas de poder en las que se mezclaban intereses políticos, económicos y estratégicos. El protestantismo acabó por consolidarse como una religión cristiana separada del catolicismo romano; pero, a su vez, también se dividió en múltiples corrientes, al aparecer disidentes radicales en la propia Alemania (como Thomas Münzer) y al extenderse el protestantismo a otros países europeos en donde aparecieron reformadores locales que crearon sus propias Iglesias con doctrinas teológicas diferenciadas (como en la Inglaterra de Enrique VIII o la Suiza de Zuinglio y Calvino).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor deje sus mejores comentarios