Un nuevo día en el Señor. En este traigo para ti, mis memorias. Recuerdos de hace unos años atrás. Pienso en aquella noche de juegos, oración y charla que disfrute con un grupo de amigos. Fue una noche muy interesante, repleta de pensamientos e interrogantes. En aquella noche, el Señor algo nuevo me enseño y reafirmó; "Que solo debo sumergirme en Él. Debo amar a Cristo como mi esposo y Señor", "Qué debo amarlo por encima de todo y de todas las cosas, y una vez sumergida totalmente en Él, el Señor traerá esa persona (idóneo) a mi vida. Porque cuando el Señor, siempre está en primer lugar en mí, Él nunca dejará quitarse el puesto que tiene".
Luego recuerdo hacer esta oración:
Señor Jesús, creo que eres el Hijo de Dios y que moriste en la Cruz por mí. Hoy te recibo en mi corazón y en mi vida, como mi Señor y Salvador. Perdona mis pecados y escribe mi nombre en el libro de la vida eterna. Hoy te entrego mi vida, mis sueños, mis anhelos, mis deseos. Dispongo todo mi ser a tu servicio y acepto el esposo y el papel de esposa que tienes para mi.
Amén.
Canción: Aunque no pueda ver estas obrando
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